miércoles, 26 de septiembre de 2007

H. Quiroga




Rafael Vargas
Amaranta

2 comentarios:

omar dijo...

Juan Apodaca

Cuando leí el almohadón de plumas, revisaba mi almohada antes de dormir.
Aun recuerdo a la gallina degollada y a los idiotas corriendo en el patio de tierra.

Roberto Navarro dijo...

los mitos en tijuana son el hocico drenando nuestra sangre poco a poco